5 maneras en la que educación puede contribuir a satisfacer las necesidades básicas de la gente y su bienestar: Explorando los vínculos entre ODS4, ODS1, ODS2, ODS3 y ODS6

El 23 de septiembre se celebrará una reunión de alto nivelcon el lema “Cobertura universal de salud:moviéndonos juntos hacia un mundo más saludable”, que busca acelerar el progreso hacia la cobertura sanitaria universal. Se celebrará durante la primera Cumbre ODSy será una oportunidad para explorar los vínculos y el impacto sobre otros ODS.

Aunque no existen objetivos específicos que vinculen directamente la educación y el bienestar, creemos que el ODS4 es un habilitante fundamental para ODS1 (pobreza), ODS2 (hambre), ODS3 (salud) y ODS6 (agua limpia y saneamientos), y que la educación juega un papel clave en contribuir a satisfacer las necesidades básicas de las personas.

1. Acabar con círculos viciosos

Agua, saneamiento, salud, hambre, pobreza y educación están estrechamente interrelacionados. La educación es absolutamente fundamental para ayudar a familias y comunidades a romper los círculos de salud-hambre-pobreza. La educación puede ampliar las oportunidades de la gente para desarrollar su talento y sus habilidades, lograr mejores oportunidades de trabajo y ganar los ingresos necesarios para satisfacer los requisitos nutricionales de sus familias. La educación también puede ayudar a individuos y comunidades a adquirir el conocimiento para mitigar las causas del hambre. Cuando las mujeres están educadas, esto reduce las tasas de mortalidad infantil. Los hijos de madres educadas tienen más probabilidades de ser vacunados, y menos de sufrir malnutrición, y si todas las mujeres completaran la escuela primaria, esto reduciría los fallecimientos maternos en dos tercios. Las intervenciones a nivel escolar pueden aportar información sobre salud y generar un cambio de conducta. Las intervenciones sobre agua, saneamientos e higiene menstrual en las escuelas puede mejorar significativamente la salud y la equidad económica y de género.

 2. Sacar a la gente de la pobreza

La educación es el principal impulsor para aumentar la prosperidad y para acabar con la pobreza para siempre. El Informe de monitoreo global de la educación ha revelado que 171 millones de personas podrían sacarse de la pobreza si todos los estudiantes de países de bajos ingresos salieran de la escuela con habilidades básicas de lectura. Esto es el equivalente a un recorte del 12% en la pobreza mundial. Además, la prosperidad individual y nacional se podría impulsar con tan sólo un año extra de escolarización: los ingresos de un individuo pueden aumentar hasta en un 10% y un PIB anual del 0,37%.

La educación gratuita de calidad rompe el ciclo de la pobreza y la exclusión. Una de las principales lecciones de los Objetivos de Desarrollo del Milenio fue que la abolición del pago de cuotas es una política extremadamente efectiva para lograr que la educación sea más accesible e igualitaria. Facilita directamente el acceso y la finalización por parte de chicas y niños en la pobreza, que se arriesgan a quedarse sin educación cuando sus familias sufren para cubrir los costes y se ven obligadas a elegir a qué niño educar.

3. Acabar con el hambre

En general, como demostró Amartya Sen[1], el mundo produce suficientes alimentos para satisfacer las necesidades de nutrición de la población mundial, sin embargo, millones siguen pasando hambre. De hecho, las cifras recientes publicadas por el Programa mundial de alimentos calcula que más de 821 millones de personas no comen lo suficiente.

El hambre está estrechamente relacionada con varios problemas, como falta de oportunidades educativas, pobreza, desigualdad, guerra, emergencias relacionadas con el cambio climático, y desperdicio de alimentos. En lo que se refiere a la educación, las familias con escasos logros académicos tienden a verse más afectadas por el hambre y enfermedades relacionadas con el hambre. Esto no sólo se debe a que la falta de ingresos y oportunidades, les obliga a elegir entre comprar comida e invertir en la educación de sus hijos. También está relacionado porque la falta de capacidades académicas reduce sus oportunidades de encontrar trabajo, alimentar a sus familias y escapar de la trampa del hambre y la pobreza. Además, la investigación realizada por el Programa mundial de alimentos muestra que la falta de alimentos deteriora el rendimiento de los niños en la escuela, haciendo muy difícil su concentración y limitando sus oportunidades para aprender.

4. Incremento de la salud

Ninguno de los objetivos propuestos en el ODS3 se puede alcanzar sin educación, que es la base de la mejora estructural de los sistemas de salud, que van más allá de la prevención y el tratamiento de enfermedades, y requiere el establecimiento y mantenimiento de servicios adecuados de salud y protección[2].Las campañas educativas han sido fundamentales para la prevención de enfermedades. Por ejemplo, la educación es una defensa clave ante la propagación y el impacto del sida. Las evidencias al respecto no paran de crecer: en países con epidemias severas, los jóvenes con niveles educativos más altos son más propensos a utilizar preservativo y menos dados al sexo casual, que sus pares con menos educación.

Los servicios de salud sexual y reproductiva requieren de procesos educativos sistemáticos para el desarrollo de programas exhaustivos de educación sexual con los que luchar contra la violencia y las desigualdades basadas en género. Esto provoca un efecto disuasorio sobre el matrimonio infantil y el embarazo adolescente y, con ello, incrementa los niveles de matriculación en la educación secundaria[3].

Por último, la formación de especialistas de la salud y la promoción del bienestar requiere de sistemas de educación superior que los faciliten. La Organización Mundial de la Salud señala que “incrementar los programas educativos para producir equipos de suministro de servicios multidisciplinares que incluyan una equilibrada combinación de médicos, trabajadores comunitarios de la salud y gestores de la salud, es claramente urgente y fundamental”.

5. Acceso a agua limpia

La escuela tiene el potencial para las personas de generar conocimiento y capacidades para reclamar, proteger y contribuir al sistema una mejor salud y condiciones de higiene en las comunidades donde residen y, en general, en sus países. La capacitación de estudiantes, profesores y padres/familias, tiene un efecto directo en la vida diaria y puede mejorar la búsqueda de soluciones comunitarias de base cultural. Además, la mejora de las instalaciones de agua, saneamientos e higiene en instituciones educativas, puede tener efectos positivos significativos sobre los resultados de la salud y la educación, especialmente para niñas y mujeres. Sin embargo, sólo el 71% de las escuelas primarias tenían un suministro de agua adecuado en 2013, y la cifra era de sólo un 52% en los países menos desarrollados. Teniendo en cuenta que una proporción importante de la población se concentra en las escuelas, el suministro de agua potable y el mantenimiento continuo de condiciones de vida higiénicas en estos establecimientos es fundamental para lograr el ODS6. En este sentido, el objetivo 4.A.1 del ODS4 requiere que los estados construyaninstalaciones educativas de modo que sean “sensibles a la infancia, la discapacidad y el género” de modo que ofrezcan un entorno de aprendizaje positivo; el indicador relativo incluye la proporción de escuelas con acceso a agua potable, a instalaciones sanitarias separadas por sexos, y a instalaciones básicas para lavarse las manos[4].

Authors: Maryline Mangenot, Vernor Muñoz, Luis Eduardo Pérez Murcia

[1]Sen, A. 1999. Desarrollo como libertad. Nueva York: Oxford University Press

[2]Informe del Reportador Especial sobre el derecho de todos al disfrute del mayor estándar alcanzable de salud física y mental, 4 de abril de 2016A/HRC/32/32 párr. 27.

[3]Informe del Reportador Especial sobre el derecho de todos al disfrute del mayor estándar alcanzable de salud física y mental, op. cit., párr. 14.

[4]Derechos humanos a agua y saneamiento en esferas de vida más allá del hogar, con un énfasis en los espacios públicos. Informe del Reportador Especial sobre el derecho humano a agua potable segura y saneamientos. 10 de julio de 2019, A/HRC/42/47, párr. 14

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